Desafortunadamente es bastante habitual que al pasar el verano se dé el pistoletazo de salida a las fórmulas de adelgazamiento rápido. Surgen en esta época “dietas milagro”, que lejos de promocionar una alimentación sana y equilibrada, prometen pérdidas de peso rápidas con el mínimo esfuerzo, poniendo en riesgo la salud.   

En general, estos planes de adelgazamiento se caracterizan por la eliminación de un grupo de alimento o nutriente acompañado de una restricción calórica importante (menos de 800 kcal/día). Son programas muy severos en energía, cercanos al ayuno y distribución adecuada de los principios inmediatos (proteínas, hidratos de carbono y lípidos). 

El impase energético y proteico derivado de este tipo de dietas  es incompatible con un buen estado nutricional. Resulta peligroso para la salud no alcanzar los requerimientos nutricionales, ello puede originar estados de desnutrición ó déficit de diferentes tipos de elementos, (vitaminas y minerales) favoreciendo la aparición de osteoporosis y de trastornos en la coagulación sanguínea, por ejemplo. Además, una ingesta calórica inadecuada puede empeorar el riesgo cardiovascular,  inducir cambios en el metabolismo energético que produzcan “resistencia” a la pérdida de peso y favorecer la aparición de trastornos de la conducta alimentaria,  entre otros riesgos.    

Por si esto fuera poco, la pérdida de peso inducida por estas dietas, se realiza mayoritariamente a expensas de la masa muscular y no del tejido adiposo. Esta “falsa” disminución de peso conlleva una consecuencia especialmente negativa, pues debilita el tejido protector de huesos y articulaciones muy activo metabólicamente. Asimismo, acerca al temido “efecto rebote”, esto es, la tendencia exagerada de recuperación del peso, con mecanismos activados por el propio ayuno, (aumento del apetito y ahorro de energía) a lo que se enfrentan muchas personas cuando regresan a su alimentación habitual. 

Adelgazar no es un proceso ni fácil ni rápido. Requiere una estimación acertada tanto a las necesidades nutricionales como a las características individuales. Acudir a un profesional que establezca, guíe y controle un plan de adelgazamiento personalizado, contribuirá a que los resultados se mantengan en el tiempo sumando salud.

Marisol López Reyes

Carla Novoa